La noche víspera de la Candelaria (2 de febrero) es costumbre que los jóvenes enciendan hogueras en calles y plazas, en torno a las cuales se forman animados corros de gentes que cantan y bailan hasta altas horas de la madrugada. En los últimos años se arrojan a las hogueras muñecos o peleles que representan a personajes rechazados por la sociedad. Las brasas de los candelorios se aprovechan para asar en ellas chorizos, carnes e incluso pescado, que se ofrecen a los presentes. En vísperas de esta celebración los jóvenes salen al campo para recoger leña y ramas, procedente de la poda de los olivos.
Antiguamente, los domingos de mayo se celebraban los mayos, en la Cruz de los Mocitos, donde los mozos colgaba en una especie de angarillas adornadas con papeles de colores y flores-los regalos que hacían a sus novias. Un grupo de baile dirigido por Trini Horcas recuperó en 1987 estos fandangos reverenciales que antaño se bailaba delante de Santiago y Santa Ana. (Hoy han vuelto a desaparecer). Popularmente se los conoce como fandangos del toreo, porque las mujeres lo bailan con mantones de Manila a las que imprimen unos movimientos que recuerdan los lances de los toreros con los capotes.
FSM
Antiguamente, los domingos de mayo se celebraban los mayos, en la Cruz de los Mocitos, donde los mozos colgaba en una especie de angarillas adornadas con papeles de colores y flores-los regalos que hacían a sus novias. Un grupo de baile dirigido por Trini Horcas recuperó en 1987 estos fandangos reverenciales que antaño se bailaba delante de Santiago y Santa Ana. (Hoy han vuelto a desaparecer). Popularmente se los conoce como fandangos del toreo, porque las mujeres lo bailan con mantones de Manila a las que imprimen unos movimientos que recuerdan los lances de los toreros con los capotes.
FSM