Terminada la Guerra Civil, Matías Prats, que tenía ya 26 años, se presento en Radio Nacional de España de Málaga a dar un recital poético, en el oportuno momento en que la emisora buscaba un rector. La prueba gustó e ingresó en plantilla, iniciando así una meteórica carrera profesional. En Málaga conoció a una bella locutora granadina, Emilia Lupe Montijano, con la que contraería matrimonio en 1944, del que nacerían tres hijos, el menor de los cuales, Matías, sigue los pasos profesionales del padre.
Trasladado a Radio Nacional de España en Madrid, Matías Prats alterno la profesión de locutor-informador con los estudios en la Escuela Oficial de Periodismo. Como locutor de estudio ponía su voz a los diarios hablados de sobremesa y también fue guionista, reportero e incluso ocasionalmente actor, pero la especialización que le proporcionaría mayor popularidad y prestigio serian las retrasmisiones deportivas - especialmente los partidos de la selección española de fútbol- y taurinas que le permiten viajar por España y el extranjero y le facilitan el contacto con emisoras y colegas de otras latitudes, que le enriquecen profesionalmente. Una de sus retrasmisiones más memorables fue la del mítico gol de Zarra frente a Inglaterra, en el mundial de Brasil de 1950.
De la radio a la televisión sólo había un paso, y Matías lo dio para seguir triunfando con las retrasmisiones. También abordó el documental deportivo con el film "Historia de cinco copas", sobre el penta campeón europeo Real Madrid. Polifacético profesional, puso también voz al noticiario cinematográfico No-Do, empresa pública cuya dirección ostentó.
Atraído circunstancialmente por la política fue procurador familiar en Cortes por Córdoba, y candidato independiente a senador en 1977. Su generosidad personal le convierte en embajador oficioso de Córdoba en Madrid, siempre abierto a prestar favores y resolver problemas. Es hijo predicado una calle, y donde ostentan su nombre un club deportivo y cultural, un trofeo de fútbol y - como no- la emisora de radio local, lo que refleja el amor y la veneración que le profesan sus paisanos. Entre sus innumerables distinciones, ostenta con orgullo la medalla de Honor de Córdoba, que recibió en 1989.
F.S.M.