ECONOMÍA

Auge del mueble

Debido a su situación en el eje de comunicaciones Norte-Sur por el valle del Guadalquivir, Villa del Río tiene una fuerte orientación industrial, que se nota en la distribución de su población laboral: el 35,8% de ella y está incluida en el sector industrial, mientras solamente el 20,7% está en el primario, y el 28,2% en el de servicios, con una representacióndel 10% en la construcción.

La estructura de la propiedad agraria nos revela un predominio de la pequeña propiedad, en la que el 75% de las fincas son menores de cinco hectáreas, y solamente el 1,35% son mayores de 100. Los cultivos se reparten entre los herbáceos de secano o regadío, cereales, algodón, girasol, algo de remolacha (que ocupa el 58,3% de la superficie agraria útil), y el Olivar, que con 802 hectáreas, está presente en el 41,6 del terrazgo agrícola, sobre todo en su zona sur, la de las margas alomadas.

La ganadería no tiene demasiada importancia, probablemente por la escasez de suelo agrícola y la dedicación a la industria, que aporta mayores beneficios. En esta tiene una fuerte presencia la rama de la madera, que abarca toda clase de muebles, cocinas, tapicería, dormitorios, sillas, etcétera, y ya está algo tan específico, las mesas de televisión. Hay veinte fábricas de muebles, 14 tapicerías y seis carpinterías metálicas, aparte de las industrias de la madera, una almacén y un aserradero. También hay seis talleres mecánicos de diversa entidad. El número de licencias fiscales en el ramo de la madera ascienden a finales de 1988 a 51, cifra que supone el tercer lugar provincial en este ramo. Esto nos lleva a pensar que se trata de un verdadero polo industrial de la madera, prácticamente segundo después de Lucena en la construcción de muebles. En otros aspectos a cuatro cooperativas o fábricas de aceite y dos de harina. En el término se explotan algunas graveras para la construcción y obras públicas.

Alrededor de la estación se puede observar el efecto de la desindustrialización, con fábricas o almacenes cercanos al ferrocarril recientemente abandonados, y algunos convertidos ya en suelo urbanizable, e incluso urbanizado. En cambio, a lo largo de la carretera nacional 4 surgen almacenes y fábricas que confirman el cambio de este un modo de transporte, el ferrocarril, a otro, la carretera. Habrá que ver si ahora se empieza otro éxodo hacia la autovía, con sus dos nuevos puentes que liberan al pueblo del dogal que ha representado la carretera durante tantos años. Destacar también la industria gráfica, tanto de las dos imprentas como una empresa dedicada a la fotografía industrial.

Los servicios son variados, con la mayor representación en los alimenticios, pasando por los transportes, de los que hay dos cooperativas. Hay cinco oficinas de entidades financieras, cuatro fotógrafos y los floristerías, por no citar otros muchos servicios. A la salida de la población hacia Madrid llama la atención el pabellón polideportivo, de bello diseño arquitectónico, que, junto con la piscina a orilla del río, forma un conjunto muy agradable en los servicios de ocio, cada vez más estimados por la población en general. Sin embargo se hecha en falta espacios escénicos, pues desde el derrumbe del Cine Olimpia, no existe en la localidad un lugar donde realizar los numerosos espectáculos que sus habitantes crean anualmente: música, teatro y danza.

El casco urbano, que ha crecido llenando el espacio curvo dejado entre los dos ejes de transporte, probablemente seguirá creciendo por la margen izquierda del Río hacia poniente, hasta rellenar el espacio entre la carretera actual y la nueva autovía. La estación quedará solamente para mercancías tras inaugurarse el tren de alta velocidad en 1992, que queda lejos de Villa del Río.

(LGV)

OTRAS EMPRESAS

Esta localidad ribereña del Guadalquivir se caracteriza por la ubicación de una concentración especializada de sillería de inspiración clásica. Estos talleres cuentan con una maquinaria desarrollada que además de incorporar los utillajes clásicos de la ebanistería como la sierra cinta, el regrueso, la combinada y la universal, han innovado la tecnología con espigadoras, tupís dobles, plantilladoras, calibradoras y pantógrafos.

Este grado de mecanización se corresponde con unas plantillas relativamente elevadas y una política exportadora de gran importancia. La sillería trabajada es de estilo clásico y tapizada.

Destaca el hecho de que empresas como Seprisa, Pérez-Servando y Hnos. Caro exporten la mayoría de su producción a países como Rusia, Polonia, Japón e Israel.

En la misma localidad de Villa del Río se encuentra el taller de mueble clásico que regenta Rafael Castellano así como el de Antonio Leal donde se fabrican galanes, percheros y otras piezas que requieren el torneado.

Por último destacar también a una de las empresas de mayor crecimientos en estos últimos años, no sólo físicamente sino en prestigio; es el laboratorio fotográfico Kitoli, a la vanguardia de las últimas tecnologías, siendo uno de los laboratorios más importantes de Europa