Pablo Árbol Grande (Poesía)

PABLO ÁRBOL GRANDE


Añoranzas

Después de años ausente,
aún pienso en Andalucía,
tierra de luz y alegría,
solar de terratenientes,
mucha tierra y tierra rica,
donde el pobre no se explica,
tanta diferencia hiriente.

Tienen no se que sus gentes,
que conmueven el corazón,
¡unos piensa: no hay razón!
a tantas cuentas pendientes,
todavía está dormida,
sin tomar revolución,
y entrar en la evolución,
¡qué hoy demanda la vida!.

Aquel gran caudal obrero,
que no haya cauces a punto,
para hacer un río juntos,
¡el cacique y el bracero?
Confío en los hombres modernos,
que apliquen justo las ciencias,
para los problemas eternos.

¿Que los hijos que emigramos,
si pensamos regresar,
encontremos un lugar,
en los pueblos que dejamos!
y volvamos la luz,
que un día nos vio nacer,
¡para ver amanecer,
en nuestro cielo "andaluz"!.

En nombre de mi amigo.

(2002)

La verdadera historia

(Rafael Agüera Espejo-Saavedra. Catalina Sánchez García. Francisco Pinilla Castro)
Fuente: Revista de Feria de 2002

El devenir de los pueblos a través de los siglos, da origen a una serie de acontecimientos relativos al hombre y a la sociedad humana cuya narración constituye lo que conocemos por Historia. Ahora bien, no siempre estas narraciones se corresponden con la realidad objetiva de los hechos, los cuales, con el transcurso del tiempo, pueden verse sustancialmente alterados por falta de información veraz o por la intervención de actores interesados en su deformación. Por todo ello la propia Historia y, singularmente, su interpretación puede y debe ponerse en tela de juicio siempre que no esté avalada, de forma indiscutible, por informes o documentos sobre cuyo origen y autenticidad no quepa ninguna duda ni controversia.
Imbuidos de este espíritu, los investigadores que suscriben vienen publicando una serie de libros y trabajos sobre la Historia de Villa del Río apoyados siempre en documentación auténtica y contrastable, que citan en cada caso para su eventual comprobación por las personas interesadas en la materia. De ahí que nos sorprenda el que, con bastante frecuencia, se sigan publicando noticias o datos que, sin tener en cuenta nuestros trabajos, contienen errores u omisiones incomprensibles.
Por ello no podemos dejar de formular nuestra queja en relación con los paneles informativos que se han instalado en algunos puntos de interés artístico o cultural de nuestro pueblo, por su manifiesta carencia de rigor histórico, así como por no haberse incluido lugares tan emblemáticos como el antiguo Ayuntamiento, construido en 1777 con planos de Ventura Rodríguez, o el Palacio de Blanco Hermoso, edificado en 1817, entre otros posibles.
A modo de repaso rápido de estos errores u omisiones señalamos:


1. CASA DE LAS CADENAS.
- La fotografía que reproduce el cartel no es de la fachada principal (blasonada) y, además la imagen está invertida.
- La Casa no fue construida para morada de la familia Molleja Salcedo.
- El Blasón que figura a la derecha de la puerta principal del edificio no es "el escudo de la Casa Real de Armas de Castilla y León". Decir tal cosa no tiene ningún sentido bajo el punto de vista gramatical y, menos aún, en técnica heráldica. Se trata, en realidad, del Escudo Real de España, simplificado.
- El Blasón de la izquierda no corresponde a la familia Molleja Salcedo. Las "familias" no tienen Armas sino los Linajes. Se trata, en realidad, de las Armas personales de Don Alonso Baltasar Molleja Salcedo, quien no tuvo descendencia.

2. IGLESIA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN.
- No está construida en la Casa-Posada de la Estrella, sino sobre el "solar" que ocupaba la misma.
- No sabemos a qué se refiere cuando cita la "Torre de Campanas".

3. AYUNTAMIENTO.
- Se omite señalar que este recinto fue durante casi cuatro siglos PARROQUIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA CONCEPCIÓN (lo que se sustituye diciendo que fue Iglesia del lugar), mientras se resalta la función como Mercado de San Pedro, que sólo duró 40 años.

4. ERMITA DE LA VIRGEN DE LA ESTRELLA.
- Este "bello edificio barroco" no fue construido en 1520. En realidad fue construido en 1738 sobre la primitiva ermita. Como cualquier persona medianamente informada sabe, hablar de arte barroco a principios del siglo XVI es sencillamente un dislate.

Por otra parte, hemos visto como en un reciente vídeo sobre nuestro pueblo, editado por el periódico CÓRDOBA, se insiste en denominar como "de San Pedro" a la parroquia de Nuestra Señora de la Concepción y otras inexactitudes, pero la mayor concentración de despropósitos se contiene en la "Guía de Museos y Visitas de Interés -Córdoba", de la que es autor don Enrique Iturriaga Cordón, que ha sido publicada por la Editorial Arguval este mismo año 2002. Entre otras lindezas esta publicación afirma que a nuestro pueblo se le "viene conociendo bajo el nombre actual desde 1635 según concesión de carta de ciudad otorgada por Felipe V", cuando, como su propio nombre indica, nuestro pueblo es villa y Felipe V no fue rey de España hasta el año 1700. También insiste en adjudicar a San Pedro nuestra antigua Parroquia, otorga al puente romano honores de Monumento Nacional (¡qué más quisiéramos¡), fecha en finales del siglo XIX el actual templo parroquial y nos presenta "monumentos" que mucho nos gustaría visitar como el "Puente del Diablo del siglo XVIII" y los "restos de Murallas Árabes". ¿Hay quien de más? Claro está que el responsable último de esta publicación es su propio autor, pero éste, en el Preámbulo de su obra, agradece "el comportamiento amable y ejemplar de ayuda y colaboración por parte de cuantas entidades y personas están al frente de los establecimientos museísticos, de los Ayuntamientos y de las Oficinas de Información Turística (...) por lo que sólo tenemos palabras de gratitud para quienes nos han facilitado la labor indagadora destinada a hacer posible esta Guía".
Tenemos la seguridad de que las personas que trabajan en el Área de Cultura de nuestro Ayuntamiento nada habrán tenido que ver en esta sarta de errores e, incluso, nos consta que están intentando sean subsanados en posteriores ediciones de tal Guía. Tienen nuestro apoyo y les deseamos mucho éxito en su labor.

Los Duques de Montpensier en Villa del Río (1850)

(Francisco Pinilla Castro)
Fuente: Revista de Feria de 2002

Por la Calle Real de Villa del Río, lo mismo que por su entrañable y dos veces milenario Puente Romano, ha desfilado parte de la historia de España: reyes, regentes, componentes del Consejo de Estado y Tribunales de la Nación, Infantes, Príncipes... De algunos de ellos tenemos noticias escritas por los cronistas que les acompañaban y de otros por quedar constancia en los libros de actas del Ayuntamiento de las medidas tomadas para cumplimentar y agasajar a los ilustres viajeros.
Entre los personajes, de los que hay constancia escrita, que transitaron por nuestro pueblo se encuentran Felipe de Orleáns y la Infanta Luisa Fernanda (hermana de la Reina Isabel II) Duques de Montpesier, que en Junio de 1850 no solamente pasaron sino que, a tenor de lo que cuenta un Acta Capitular, se alojaron en casa de D. Sebastián Criado Cerezo, uno de los más ricos hacendados de la villa.
"En Villa del Río a cinco de Junio de mil ochocientos y cincuenta años <05-06-1850>. Se reunió en la Sala Capitular el Ayuntamiento Consistorial de la misma, con objeto de celebrar acuerdo extraordinario, y en tal estado, por el Sr. Alcalde Presidente se hizo presente un oficio del Señor Gobernador Provincial fecha de ayer, en el cual se encargará dicha Superioridad para que el tránsito de SS. AA. Por esta Villa, que deberá ser el día nueve del corriente <09-06-1850>, se hallen compuestas las calles de aquél.
En su consecuencia y como a pesar de estarse recomponiendo el arrecife de las calles Real y Alta, tengan SS.AA. que cruzar igualmente la calle de la Cárcel para dirigirse a la casa de D. Sebastián Criado Cerezo, que les está prevenida para su descanso y cuya calle se encuentra con hoyos y trozos desempedrados, se acordó se ejecute inmediatamente el empiedro de la misma en la parte necesaria, enarenándole igualmente para evitar las desigualdades de su piso, costeándose todo de los fondos previstos así como los reparos que están acordados respecto a las calles restantes..."
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Lo anterior es lo que se recetaron a sí mismo los componentes del Ayuntamiento para esta ocasión, pero ¿qué mandaban hacer a los vecinos de la villa cuando pasaban los viajeros reales?.
Pues según otras actas: "asear las casas por dentro y por fuera; poner colgaduras en las fachadas de las calles por donde iban a pasar; que todo vecino o forastero que concurriera en dicho día por el pueblo se abstuviera de andar con todo género de armas y de formar rencillas y disputas que pudieran declinar en pendencias...
También se despachaban un oficio al Vicario a fin de que concurriera con el resto del clero para acompañar a las autoridades, y que éste dispusiera que luego que se avistasen los coches de SS.AA. se echasen todas las campanas a repique y no cesaran de tocar hasta que no saliesen del término.
Si este viaje se realizó de la forma que se refleja en el acta, a mi se me plantean dos interrogantes: Si tres calles céntricas, donde viven los más potentados estaban en esas condiciones de deterioro ¿cómo se encontrarían los pavimentos de los barrios donde vivían los villarenses de a pie?.
Y la segunda es ¿cómo es posible que estando la mansión del Marqués de Blanco Hermoso construida en 1817 y habitada por D. Pedro de León y Navarrete, Caballero de la Orden de Calatrava, Gentil hombre de Cámara de S.M. y Coronel de Caballería retirado, casado con la segunda hija del Marqués , no descansaran- el tiempo que permanecieran en la villa- en esta casa, en lugar de hacerlo en la de D. Sebastián Criado Cerezo, muy rico por supuesto, pero no poseía titulo ni relación parental con la nobleza?.
La respuesta a la primera interrogante es fácil de deducir.
En Cuanto a la segunda yo aventuro la hipótesis de que la hegemonía que venían manteniendo en la villa los Muñoz Cobo durante los últimos setenta años la habían perdido porque la estaban compartiendo con los Criados Cerezo, los Criados Canales, los Molleja Criado...
Para terminar solamente me resta decir que la casa de D. Sebastián Criado Cerezo está signada actualmente con el número 38 de la calle Alta.