Joaquín Garrido Méndez - FALLECE el artista villarrense a los 63 años. PREMIO NACIONAL DE CANTE FLAMENCO "Fosforito"

Joaquín Garrido Méndez, nacido en Villa del Río en 1955. Un cantaor de raza que durante muchos años ha asistido a innumerables concursos, logrando muchos primeros premios. A destacar los más apreciados por este artista, obtenidos todos en peñas flamencas: La Platería, de Granada; El Palustre, de Málaga; Fosforito, de Los Barrios; Los Amigos del Cante, de Málaga; Tomelloso, de Ciudad Real; La Temporera, de Porcuna, Los Cabales, de Montalbán; Fuenteovejuna, de Córdoba; Los Perrates, de Motril; Fosforito, de Valdepeñas; La Trini, de Antequera; Peña Lucentina; El Morato, de Almería; Niño del Museo, de Adamuz; El Carpio; Mijas, de Málaga; Torre del Cante, de Alhaurín de la Torre; Fosforito, de Puente Genil; Luís de Córdoba, de Posadas; Santa Coloma de Gramanet, de Barcelona; Rute, de Córdoba,...y por último y más importante el Nacional de Córdoba (Premio Fosforito). Fallece el 10 de Julio de 2018 tras una larga enfermedad y el gran homenaje de todo su pueblo, Villa del Río.


De él ha dicho Agustín Gómez: "Joaquín Garrido es uno de los metales humanos más nobles que conozco. Su calidad humana le hace sentir un respeto casi tembloroso y tímido por los clásicos..."


Socio de honor de la Peña flamenca La Pajarona, de Bujalance, desde 1983.


Antonio Nieto Viso dice de él: "La guitarra de Juan Muñoz El Tomate, pone la música al cante de Joaquín Garrido, que en plena madurez nos introduce con un Mirabrás en su CD "Latido Flamenco", el nuevo trabajo del cantaor cordobés, que lleva casi toda su vida viviendo en Villa del Río, ciudad flamenca del Alto Guadalquivir. Con letras de Paco Tabares, del propio cantaor, de su admirado Fosforito, así como de Domingo Rosado, Domingo Echevarría, y de su malogrado compadre el cantaor Juan Casillas, da forma a su comunicación flamenca. En casi todos los estilos, Joaquín Garrido se mira en el espejo de Antonio Fernández Fosforito para exponer su cante; no de ahora, sino de siempre. El maestro Fosforito, ha influido en muchos cantaores, y sobre todo en los de la provincia de Córdoba. Porque Joaquín se siente cordobés, y en sus ambientes se inspira para su cante. Aquí comprobamos que se siente seguro por Soleá en su justo compás; desvía un poco la mirada flamenca y se sitúa en el Atlántico gaditano para darle grandeza a la Malagueña del Mellizo. Y sigue muy bien escoltado el cantaor con la guitarra del joven Juan El Tomate en unos auténticos Fandangos, que marca con el estilo fosforero del poseedor de la Llave de Oro que ostenta un pontano noble y un andaluz universal. En el ecuador del CD nos sumerge Garrido en la profundidad de la Taranta de Linares según El Cabrerillo; eso está muy bien, sobre todo para demostrar que no solo está La Unión, sino que nuestro Levante está en Almería y Linares. Desde aquí prosiguió su avance hasta llegar a la zona minera del campo de Cartagena y su sierra. Una vez metido de lleno en el CD, que por cierto se ha pagado de su propio bolsillo, descubrimos una Alegrías Cantiñas muy fosforeras, en las que vuelve a aflorar el compás. Sigue muy cordobés Joaquín haciendo un paseo en diligencia por las sierras andaluzas con unas valientes Serranas. En la Granaína vuelve a acentuar su voz para que se note que sigue creyendo en la escuela del maestro de Puente Genil, pero poniendo su peculiar acento. En el Fandango personal de Cayetano Muriel, nos pone la piel de gallina con las curvas melódicas que empleaba el Niño de Cabra, gran cantaor que vivió entre 1870 y 1947, y que descansa para siempre en la localidad cordobesa de Benamejí, donde vivió la mayor parte de su vida; así le hace justicia a este genuino maestro. En la antesala de su despedida de "Latido Flamenco" nuestro cantaor se pone muy alegre con los cantes de Huelva, pero el núcleo donde de verdad esta este CD. se encuentra en la Seguiriya de Jerez que remata con la Cabal de Silverio."


José Ramón de Hoces y González de Canales

José Ramón de Hoces y González de Canales, Conde y Duque de Hornachuelos, Marqués de Paniagua, Alcalde y Gobernador Civil de Córdoba en varias ocasiones, Senador Vitalicio del Reino. Facilitó hombres, armas y medios económicos al General Serrano para la batalla del puente de Alcolea (1868) origen de la expulsión de España de la Reina Isabel II. En pago a estos actos el General Serrano, Regente del Reino tras la salida de la Reina, le concedió el Ducado de Hornachuelos. Había nacido en Villa del Río en 1925 y falleció en Córdoba.