Los Señores Marqueses de Benamejí. Encuentros con el pasado.

(Francisco Pinilla Castro)
Fuente: Revista de Feria de 1996

El 25 de junio pasado, nos honraron con su visita al pueblo de Villa del Río, las Sras. Dª Concepción Muñoz Torralbo, Marquesa de Villaseca y Dª Soledad García-Mauriño Martínez, Licenciada en Historia, ambas investigadoras.
Su objetivo era sentimental, saber y ver, dónde habían estado depositados los restos de sus familiares antepasados, los Señores Marqueses de Benamejí, que desde que fueran trasladados de su finca residencial Escalera, no sabían de su morada, hecho que conocieron a través de mí, en una charla en el Archivo Histórico Provincial de Córdoba.
Acompañé con Dª Trinidad Gutiérrez, a tan relevantes personas al cementerio público Ntra. Señora de la Estrella, donde comprobaron el derribo que se está llevando a cabo en las paredes laterales para remodelar el camposanto y sorprendidas y emocionadas vieron los sacos de plástico negros que contenían los restos de sus poderosas familias. Después les hice ver y leyeron las inscripciones de las tres lápidas de mármol blanco que tapaban las bovedillas.
"R.I.P.A. Aquí yacen los restos del Excmo. Sr. D. Juan Bautista Bernuy y Balda. Marqués de Benamejí. Falleció el 17 de octubre de 1809."
"R.I.P.A. Aquí yacen los restos de la Excma. Sra. María del Carmen Aguayo y Aguayo., Marquesa de Benamejí y Condesa de Villaverde la Alta. Que falleció el 10 de enero de 1851."
"R.I.P.A. Aquí yacen los restos del Excmo. Sr. D. Francisco de Paula Bernuy y Aguayo, Marqués de Benamejí y Conde de Villaverde la Alta, que falleció el 29 de marzo de 1866".
A continuación nos pidieron las lleváramos al Ayuntamiento, donde fueron recibidas por los Sres.: Alcalde e Ingeniero Técnico de Obras, a quienes les expusieron sus deseos de trasladar los restos al panteón familiar que los Aguayos tienen en propiedad en la Mezquita Catedral de Córdoba.
En el Ayuntamiento, al leer las listas de los restos de fallecidos que se están sacando, para sorpresa de esta familia, apareció en escena un cuarto personaje: Dª Feliciana Coca Pérez y entonces Dª Concepción exclamó, ¡también está aquí Dª Feliciana¡.
Después a Dª Trinidad y a mí, nos fue contada la novelesca historia vivida por Dª Feliciana:
"Por la estricta separación de la clase noble con los plebeyos eran impensables los matrimonios entre ambos, y a Don Francisco de Paula no le respondió el corazón a normas y órdenes de la Corte, por lo que durante muchos años mantuvo relaciones extramatrimoniales con Dª Feliciana Coca Pérez, guapísima mujer no perteneciente a su rango, con la que convivió en el vecino pueblo de Bujalance, y de esta unión nacieron tres hijos Teresa, Juan y Carmen.
Don Francisco de Paula permaneció soltero, aún después de la muerte de sus padres, y próximo a acabársele a él la vida, se casó "in articulo mortis", por lo que Dª Feliciana, odiada hasta entonces, ascendió a noble y sus hijos a Marqueses, con gran sentimiento para la familia de los Bernuy que esperaban recibir títulos y propiedades".

El apellido Bernuy es oriundo de Francia, donde ostentó los títulos de Vizconde de Carmain y de Lautrec. En España fueron señores de Benamejí en 1548. Marqueses de Benamejí en 1675 y Grandes de España de Primera Clase en 1875.
Sus armas y escudo: En campo de plata, dos galeras sobre ondas de agua de azur (azul) y plata una sobre otra: bordadura de gules con ocho veneras de oro.
La finca de Escalera correspondió según sentencia judicial a los nietos de Dª Carmen Benjuí, pero siempre con la afección de hacerse responsables de los enterramientos familiares. Por diversas circunstancias que no son del caso l afinca llega al poder del Sr. Marqués de Viana, el que haciendo caso omiso del compromiso que tenía el propietario de la hacienda, (la de responder a últimas voluntades con la permanencia de los cuerpos yacentes en los sepulcros de la capilla), traslada los restos de la Familia Benamejí al Cementerio Público de Villa del Río y vende la propiedad con casería y capilla incluida.
Bien, esta es la historia de unas personas de la nobleza de España, que han permanecido en el cementerio desde el año 1924 y que a los setenta y dos años de esta permanencia, sus familiares descendientes al tener la información de su paradero actual, reivindican su puesto en el Panteón Familiar que posee en la Iglesia Catedral de Córdoba tan noble estirpe y cuyo paradero, según ellos, era desconocido desde 1924.
A la resolución de este caso, a todas luces de gran interés para la familia Benamejí se deben dar toda clase de facilidades, pero es mi opinión que las lápidas no deben salir del Cementerio donde se encentran, las cuales se deberían colocar en un lugar donde fuera asequible a la vista de formar ya parte de nuestra historia.