Artesanía - UNA GENERACION DE ARTESANOS

Villa del Río es un pueblo donde la arte-sanía tiene una tradición, que en algunos casos se remonta a muchas décadas. Sin embargo, de un tiempo a ésta parte, desde la gran emigración habida por los años 60 a los 70 y el abandono del uso de muchos objetos, los artesanos han ido decayendo.
Tanto es así, que hace pocos anos, apenas quedan algunos artífices en la población. Los artesanos que quedan en Villa del Río pasan hoy día por una indudable crisis económica y profe-sional. Las causas son varias: el envejecimiento de los profesionales en las diferentes ramas, sin que tengan sucesores jóvenes, la cada vez más difícil integración de personal nuevo a estas vie-jas actividades, la falta de unos mercados en los que se comercialice rectamente y un valor renta-ble la producción artesana.
Muchas ramas artesanas villarrenses se vieron definitivamente en extinción , algunos de los artesanos que por suerte nos quedan se ven gravemente amenazados de extinción de aquí a pocos años. Y hay que tomar conciencia de ello, pues con su perdida se acabaría un trozo de la historia de Villa del Río.
Es pues el momento de trabajar para conseguir una estabilidad presente que conduzca una proyección futura de nuestros artesanos.
Hemos de partir del principio de que la mayoría de los trabajos que hoy realizan estos auténticos artistas, y que en tiempos pasados eran de uso común en la sociedad, en la actualidad son meramente exorno, salvo en raras excepciones. Es decir: que proteger la artesanía no es potenciar una industria productora de artículos de uso general de primera necesidad. Muy al contrario, es proteger una serie de producciones que solamente sirven, en la inmensa mayoría de los casos, para exorno. Pero ¡ojo!, es asimismo proteger unas actividades y unas obras que forman parte esencial de nuestra cultura y que suponen una contribución en nuestros hogares o en lugares públicos, a la humanización de los mismos con tales exornos, evitando ese progresivo deterioro del bienestar humano, que hoy aplana a nuestra sociedad convirtiéndola, en muchos casos, de estar compuesta por hombres a ir camino de ser robots.

Por todo ello es una obligación de los organismos relacionados con la economía y el turismo, así como los de tipo local, el trabajar por recuperar y estabilizar nuestros artesanos, para que se cumpla un programa de salvación de nuestra artesanía, que sin duda es la salvación de una buena parte de nuestra cultura.

R.M.

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En la actualidad quedan pocos tallistas, si bien sus realizaciones siguen teniendo gran interés. En la fotografía podernos ver uno de los pocos artesanos villarrenses, Pedro Torralbo Mármol trabajando en su taller, que sigue la tradición de AntonioTorralbo Rojas su padre y maestro que contemplamos a través de la foto junto a otro compañero y un aprendiz.