Escultura

Presidiendo el testero de la nave del evangelio de la iglesia parroquial, hay un retablo barroco, que es el único antiguo de hemos visto en la población. Este se estructura en banco, cuerpo con tres calles separadas por columnas salomónicas, y ático. En la hornacina principal hay un candelero de la Virgen del Carmen, y sobre ésta, ya en el coronamiento, el anagrama de María flanqueado por estípites. Este retablo debió hacerse en el primer tercio del siglo XVIII y es probable que sea uno de los que vio en la antigua parroquia Ramírez y de las Casa-Deza.

El retablo mayor de la ermita de la Virgen de la Estrella es de gusto clásico y se repuso tras la guerra Civil, si bien en la parte superior se advierte restos del antiguo altar del templo. Totalmente nuevos son los retablos neobarrocos del muro del evangelio de la parroquia, de los que al menos dos se hicieron en 1953.

Las imágenes son, así mismo, mayoritariamente modernas. Entre las antiguas se cuenta un Niño Jesús triunfante de la ermita de la Virgen de la Estrella, que está dentro de una urna delante del altar mayor. La titular de este templo es obra de Juan Martínez Cerrillo, y también de este maestro son otras imágenes que , al igual que la referida de la patrona, se hicieron para reponer las pérdidas originadas por la guerra civil; es el caso de las de Nuestra Señora de la Soledad, San Juan Evangelista y el Resucitado.

La última de dichas imágenes se ha vinculado también al artista local Manuel Campo “El Pintorcillo”, a quien se deben, entre otras obras, el retablo (tan extraño como poco inspirado) que preside la nave de la epístola de la parroquia, la imagen de San Miguel ubicada en el mismo, la de la Magdalena y el grupo de la Oración del Huerto (recientemente sustituido por una obra impresionista del cordobes Manuel Bonillo). La antigua imagen de la Paz y Esperanza que conserva la Hermandad del mismo nombre es obra de Luis Clemente y la actual, que prosesiona y se encuentra en una de las capillas de la entrada a la parroquia, es obra de Miguel Ángel González. La efigie del Cristo muerto es de Juan Cristóbal.

Es lástima que no haya llegado a nosotros la antigua talla del Nazareno que, según Ramírez y de las Casas-Deza, llegó a la población en 1700. La imagen actual, aunque de vestir, está completamente anatomizada y encarnada; su cabeza es bella y expresiva.

A.A.L.

Sebastian Montes, joven promesa de la escultura en Villa del Río.

Obras de Sebastian Montes: