Heráldica de Villa del Río. Armas del Obispo Fray Juan de Toledo.

(Rafael Agüera Espejo Saavedra)
Fuente: Revista de Feria del 2000

A súplica de la ciudad de Córdoba, siendo Obispo de la Diócesis Fray Juan de Toledo, el Emperador Carlos I y su madre, Dª Juana, dieron, con fecha de 18 de Abril de 1531, Real Provisión por la que se cedió un edificio viejo y caído con destino a la construcción de nueva Parroquia en Aldea del Río "por cuanto la que había anteriormente estaba derribada con las avenidas del Guadalquivir en cuya rivera estaba".
Se trata, como bien sabemos los villarenses, de la antigua Parroquia de Nuestra Señora de la Concepción ( Incomprensiblemente, aún vemos como a esta antigua Parroquia se la sigue llamando de San Pedro, incluso en publicaciones recientes), para cuya fábrica se aprovechó el viejo recinto del Castillo. Las obras se llevaron a cabo entre 1531 y 1537 bajo la dirección de Hernán Ruiz I, quien dejó la impronta de su personal estilo en la puerta que da a la plaza, en cuya clave vemos un Blasón con las armas del citado Obispo, Fray Juan de Toledo, promotor del nuevo templo, el cual fue utilizado hasta que en 1907 se hizo la Parroquia de la Inmaculada Concepción. En la actualidad, y tras una excelente rehabilitación, este recinto acoge al Ayuntamiento de nuestra Villa.
Fray Juan de Toledo, nacido en Alba de Tormes (Salamanca) el 15 de Julio de 1488, era hijo de Don Fadrique Álvarez de Toledo, II Duque de Alba, que se distinguió en las guerras de Granada, conquistó Navarra para la Corona de Castilla (1512) y fue Mayordomo Mayor del Emperador Carlos I, quien le nombró Caballero del Toisón de Oro y le reconoció su grandeza inmemorial (1520). Prestó, asimismo, servicios en Italia y Flandes así como en la guerra de los Comuneros, siendo uno de los colaboradores más directos del Emperador.
Como era costumbre en la época, uno de los hijos segundones del dicho Duque, en este caso Juan, fue destinado a la Iglesia, ingresando en el Convento de San Esteban, de Salamanca, de la Orden de Predicadores (Dominicos) donde emitió sus votos en 1507 y completó su formación en Valladolid, París y Génova. El 31 de Agosto de 1523 es nombrado Obispo de Córdoba de donde pasó a la Diócesis de Burgos (1537), siendo elevado a la púrpura cardenalicia en 1538 y a la sede Compostelana en 1551. En todo caso, desde 1540 reside en al Curia Romana interviniendo muy de cerca en los graves acontecimientos de la época; Reforma Protestante, luchas políticas entre el Pontificado y la Corona Española, aplicación de los decretos de Trento, organización del Santo Oficio, etc. Falleció en Roma el 15 de septiembre de 1557 y, no obstante su alcurnia y poder, está considerado como una persona misericordiosa y magnánima, que dejó a su paso abundantes limosnas a los indigentes y numerosos templos y monumentos al servicio de la Iglesia.
El Blasón objeto de este trabajo, el más antiguo de nuestro pueblo, es de estilo renacentista y reproduce las Armas de la Casa y Ducado de Alba, a saber: Equipolado (o ajedrezado) de ocho puntos de azur (azul) a siete de plata (blanco), que es Álvarez de Toledo. Lleva acosladas la cruz de Santiago y varias banderas o trofeos de guerra. Al timbre, capelo episcopal del que penden cordones con doce borlas (seis a cada lado). El todo circundado de una corona de laurel.
Blasones similares al de nuestro pueblo pueden verse en diversos lugares y, en particular, en la Mezquita-Catedral de Córdoba (frontispicio del acceso principal al templo y Presbiterio del mismo)

BIBLIOGRAFÍA:
- Diccionario de Historia Eclesiástica de España.
- Los Pueblos de Córdoba. Diario "Córdoba", 1992, Villa del Río. Jesús Rivas Carmona.
- Villa del Río, Apuntes para su historia, Francisco Pinilla Castro. Villa del Río 1995.
- Guía Turística de la Comarca Cordobesa del Alto Guadalquivir. 1998.